Cuando tienes el valor de enfrentarte a una “dictadura democrática”, y ganarle unas elecciones en buena lid; es como firmar una sentencia de muerte. Haber osado desafiar a los amos del valle solo para defender la mayoría del pueblo venezolano, y liberarlos de una hambruna de 40 años.
La “dictadura democrática”, donde desaparecieron y suicidaron opositores, no podía permitirlo; además anular el pacto de Punto Fijo, impuesto por el imperio. El Comandante Hugo Chávez Frías no podía salir ileso, y al presidente obrero Nicolás Maduro Moros no le ha sido fácil.
Así es como la Revolución Bolivariana el 11 de abril de 2002 recibe el primer zarpazo. Un Golpe de Estado promovido por Fedecámaras (organización de los empresarios, dependiente de los amos del valle), militares fascistas, una Central de trabajadores dirigida por delincuentes y patronos.
La conspiración, con la actuación protagónica de los dueños de medios audiovisuales, radiofónicos, prensa escrita, vende patria y el residuo que quedo de la Cuarta República. Todos arreados por el imperio estadounidense. (Prensa Ipasme / Gustavo Tovar Mijares / Fotos/ Archivo).