Cuando el 5 de marzo de 2013 por voz del vicepresidente Nicolás Maduro Moros comunica el fallecimiento del presidente Hugo Chávez Frías, ese pueblo que nunca quiso creer que su comandante podía dejarlo, tuvo que mentalizase que ya no lo verían ni lo oirían más físicamente. Nos quedó la enseñanza de un ser fuera de serie.
A las 4:25 de la tarde el cielo caraqueño se nubló, como con ganas de llorar; no era para menos, ese amor frenético de ese pueblo hacia el militar los enamoró a los dos inmediatamente. No solamente Venezuela estaba triste el mundo lamentaba la pérdida del Comandante Supremo.
Once años de su deceso, y ese amor sigue intacto todos los días. Como gran comunicador Hugo Chávez Frías le transmitía al país con lujo de detalles su gestión como primer mandatario, siempre con ese dinamismo, informando su misión de gobierno.
El Comandante Supremo se marchó físicamente, pero dejó un legado que no se puede olvidar y pleno como la luna llena, tomo la batuta el presidente obrero Nicolás Maduro Moros que pese a los apellidos lleva el rumbo de Venezuela a buen puerto. La junta administradora del Ipasme sus trabajadoras/es, siguen de frente con las enseñanzas de Hugo Chávez Frías. (Prensa Ipasme / Gustavo Tovar Mijares / Fotos / Archivo).