En el 2.002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dispuso el 12 de junio, como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con el propósito de crear conciencia y sumar esfuerzos para erradicarlo. La inasistencia escolar es manifestación de exclusión y refleja la incapacidad de las niñas/os y adolescentes de ejercer sus derechos ciudadanos.
La pobreza es la principal causa del trabajo infantil, ya que lleva bajos ingresos a la familia, el desplazamiento de las zonas rurales a las urbanas también es causal. A las madres se les somete a una esclavitud con cualquier trabajo, sobre todo el doméstico.
La Revolución Bolivariana, ha tenido una visión más humanista respecto al trabajo infantil. Una parte del Presupuesto Público Nacional es destinado a la educación, las misiones Robinsón, Ribas y Sucre, son precisamente para evitar la deserción escolar, hasta los mismos padres pueden seguir estudiando.
Las creaciones de los CDI y el Hospital Cardiológico Infantil Gilberto Rodríguez Ochoa, contribuye a la salud de las niñas/os y adolescentes. Es por ello que el Gobierno Bolivariano ha estado en contra del trabajo infantil y entiende que afecta el desarrollo físico y emocional de las/os menores.
El Ipasme como parte de estos avances no ha dejado de atender a la población infantil, con consultas e intervenciones quirúrgicas. La ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna), entró en vigencia el 1 de abril de 2000, para proteger los derechos de la infancia en Venezuela. (Prensa Ipasme/ Gustavo Tovar Mijares/ Fotos Archivo).