Al cumplirse 34 años de El Caracazo, la primera rebelión popular en Latinoamérica contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), ese 27 de febrero de 1.989, el estallido contra el hambre, la pobreza y la miseria implementada por los gobiernos neoliberales de la IV República se hicieron sentir.
Los ciudadanos de a pie no soportaron el paquetazo neoliberal y reaccionaron en contra de las políticas que le estaban causando mayores sufrimientos a las venezolanas/os, ya afectados por la desigualdad, el desempleo y la pobreza crítica producto de la desidia de los regímenes que los habían gobernado.
El paquetazo no llegaba solo, aumento de la gasolina, aumento de los precios de los productos y servicios de primera necesidad, liberalización de precios, supresión del control de cambios, privatizaciones masivas de empresas públicas, recortes drásticos en los programas de ayuda social.
Después de El Caracazo, no hubo investigación, todos se unieron en una sociedad de cómplices; los tribunales de Venezuela, los organismos internacionales y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), no indagaron lo ocurrido. A la llegada del presidente Hugo Chávez Frías, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), estableció la responsabilidad del Estado venezolano.
La CIDH mandó a indemnizar por violación de los derechos esenciales tan solo a 44 víctimas, donde fallecieron más de 3.500 personas. El comandante presidente Hugo Chávez Frías, acatando la resolución, acordó resarcir al resto de las víctimas, no incluidas por la sentencia.
El 27F fue el despertar del pueblo, donde empezó a quitarse las ataduras de una falsa democracia. El país necesitaba un cambio, que se dio con la llegada de la Revolución Bolivariana. (Escrito por Prensa Ipasme/ Gustavo Tovar Mijares Fotos/ Archivo).