A Hugo Chávez
Comandante Eterno
Toda esa rebeldía entre febreros
sembradíos de nuevas llamaradas
trochas tendidas por soldados y pueblo
llevan tu nombre de abril entre los pasos
Tal vez cuando en aquel julio amaneciste
en la voz de los vientres de las madres
haciendo coro al parto de la tuya
tu primer llanto cuajaba ya algunos revuelos
contabas según ahora nos cuentan
con sílabas de azul de nuestro mar inmenso
con pequeñas pisadas como la sangre roja
con todo el amarillo de las espigas
donde florecen las mañanas de la Patria
con esas ocho estrellas de este cielo
amanecido en todos nuestros ojos
Cuentan quienes te acompañaban
en todos esos pasos primerizos
que alguno sugirió ponerte cobijas
y con una sonrisa de las tuyas
tomaste esa bandera y te arropaste
Se iniciaban entonces tus andanterías
Andanterías trazadas sin descanso
con el Padre Bolívar cabalgando
en tus llanos tus lomas de beisbol
y tu Academia
en el indómito tejido de tus sueños
poniéndole luz propia a esa mañana
cuando el grito sin cauce de patriotas
verde oliva vistiendo tricolor en el alma
nos trajo un despertar irreversible
Con ese por ahora
se hermanó un para siempre
fue encendida la llama
ahora inextinguible
Esas andanterías
recorrieron el mundo
fuiste voz y semilla de nuevas rebeldías
llamaste por su nombre al mismísimo diablo
tu puño zurdo en alto se irguió como bandera
en todos estos pueblos
buscando sus caminos
sin más amo en las huellas
que sus propios latidos
fueron tus pasos firmes
armando nuevas siembras
las de las libertades que aún nos alimentan
Cuando llegó el momento
de tu ida prematura
celebraron la muerte
cegados por el odio
sin entender siquiera
cuándo alguien sigue vivo
más allá de su vida
te llaman “el extinto”
y no dejan de encontrarte
te llaman “fenecido”
y en tus luces se estrellan
él no está por aquí
ya él es palabra muerta
se dicen y voltean
para estar bien seguros
de que no les sorprendan
tu risa y tu mirada
ahuyentando tinieblas
Ellos en sus delirios persisten en negarte
en negar tu presencia en todos los caminos
acá adentro allá afuera
donde tu sombra inmensa
inquieta al mismo diablo
al de antes y al de ahora
con blanca o piel morena
los tenías locos entonces
tu nombre aun los desvela
En tanto tus andanzas
siguen siendo alimento
de todos los combates
no ha cesado el ataque
la canalla inclemente
persiste en sus derrotas
porque no hemos cedido
pero ni algún tantito así
vaya el Che por delante
seguimos sin descanso
tus hijas y tus hijos
firmes en tu legado
Jamás han de vencernos
Camarada Comandante
el pueblo sigue al frente
de tu caballería
llevando siempre al hombro
tu morral de los sueños
tus andanterías